Según datos del informe sobre las cifras del cáncer elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) en el año 2023, se estima que a lo largo de las próximas décadas el número de casos nuevos de cáncer irán en aumento. Dicha información pone de manifiesto la necesidad de potenciar la investigación sobre esta enfermedad, que representa una de las principales causas de morbimortalidad a nivel mundial.

No obstante, los hallazgos revelados por la oncología médica abren una ventana a la esperanza, enfatizando los avances en los resultados de tratamiento en este campo. Un estudio reciente llevado a cabo por un equipo de investigadores del Cold Spring Harbor Laboratory de Estados Unidos (EEUU), y cuyos resultados han sido publicados en la revista Cancer Cell, ha descubierto un mecanismo por el que el estrés crónico puede ayudar a la progresión del cáncer. 

Se ha comprobado que los glucocorticoides, que son las hormonas del estrés, actúan sobre los neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos, creando unas estructuras parecidas a las telas de araña, llamadas NET (trampas extracelulares de neutrófilos, por sus siglas en inglés). Generalmente, las NET sirven de ayuda para defender al cuerpo de microorganismos invasores, sin embargo, en el caso del cáncer, las NET favorecen el desarrollo de la metástasis. 

Los autores del estudio utilizaron ratones con cáncer a los que se les extirparon tumores de sus senos, que previamente ya habían pasado a los pulmones. Seguidamente, expusieron a los ratones a una fuente de estrés y observaron que el número de lesiones metastásicas había aumentado. Los resultados demostraban que, los glucocorticoides liberados durante el estrés crónico, provocan la formación de NET y establecen un microambiente promotor de metástasis.

Dichos hallazgos tienen una gran relevancia debido a que los pacientes con cáncer sufren un elevado grado de estrés por su enfermedad, por lo que será esencial regularlo; así mismo, permiten abrir una vía para el desarrollo de fármacos que prevengan la formación de NET en pacientes con cáncer cuya enfermedad aún no haya metastatizado. La posibilidad de acceder a un tratamiento que detenga o retrase la propagación del cáncer supone una importante fuente de alivio para estos pacientes.