Se han descrito nuevos rasgos constitucionales de los síntomas ansiosos y somáticos que ayudan a mejorar la comprensión del origen de éstos y facilitan mejorar los abordajes terapéuticos. Son los resultados del trabajo de investigación de la tesis doctoral recientemente defendida por Núria Mallorquín Bagué, psicóloga del Servicio de Psiquiatría, Psicología y Medicina Psicosomática del Hospital Universitario Quirón Dexeus.

La ansiedad es una emoción que involucra cambios fisiológicos, psicológicos y comportamentales. Cuando la ansiedad es excesiva y por lo tanto desadaptativa, se caracteriza por sentimientos de tensión, preocupación, y se acompaña de diferentes sensaciones corporales desagradables que producen gran malestar; disminuyendo así la autonomía personal de quien la sufre.

Para comprender mejor el origen, las causas de la ansiedad y los síntomas somáticos, a fin de ayudar a mejorar el tratamiento de los trastornos de ansiedad, hemos explorado los rasgos biológicos y neurofisiológicos de esta. Los resultados obtenidos muestran que la ansiedad está asociada con una elevada capacidad interoceptiva (elevada percepción de sensaciones corporales) y con una baja capacidad de regular la atención y confianza hacia las sensaciones corporales. Es decir, con cogniciones que pueden magnificar las sensaciones físicas que se detectan.

Por otro lado, el estudio realizado nos permite vincular diferentes áreas cerebrales asociadas con la capacidad interoceptiva y el procesamiento de las emociones (ej. córtex insular) en diferentes manifestaciones de ansiedad (rasgo/estado/social) y patologías médicas asociadas con elevados niveles de ansiedad (ex: hiperlaxitud articular).

Nuestros resultados tienen el potencial de mejorar los conocimientos de los mecanismos a través de los cuales la vulnerabilidad por los trastornos de ansiedad y los síntomas somáticos aparecen en personas con ansiedad estado, capacidad interoceptiva e hiperlaxitud articular. Para mejorar la sintomatología expresada en base a la interocepción, se pueden aplicar diferentes técnicas psicoterapéuticas (ej.: Biofeedback, Mindfulness) y así garantizar una mejoría en la sintomatología manifestada.