El Mindfulness o atención plena es una práctica que proviene de la meditación budista y que ha sido adaptada a nuestra sociedad por el reconocido Jon Kabat-Zinn, dejando de lado la connotación religiosa y resaltando la parte terapéutica de la propia meditación.

Actualmente, la práctica del Mindfulness se está extendiendo a muchos sectores de la sociedad y está ampliamente reconocida en el ámbito de la salud mental. Se está añadiendo su uso a muchos de los protocolos psicológicos para la mayoría de trastornos como en Ansiedad, Depresión, Dolor crónico, Psicooncología… y uno de los ámbitos más recientes dónde el Mindfulness está adquiriendo relevancia es el de las Disfunciones sexuales.

El entrenamiento en atención plena consiste en ejercitar nuestra mente para que sea más consciente del momento presente, de nuestros sentidos, pensamientos y experiencias, sin juzgarlos y sin tratar de evitarlos. Sabemos que en las disfunciones sexuales se suelen experimentar pensamientos que interfieren en la sexualidad y que dificultan la respuesta sexual. Por ejemplo, los pensamientos que anticipan una mala ejecución en la disfunción eréctil, los pensamientos distractores que interfieren en la respuesta orgásmica en el trastorno orgásmico femenino o la baja percepción de excitación subjetiva en el bajo deseo sexual, son ejemplos de cómo nuestros pensamientos pueden repercutir en nuestra respuesta y satisfacción sexual. Por ello, recientes estudios científicos han descrito que un entrenamiento en mindfulness es beneficioso para mejorar la satisfacción sexual y la respuesta sexual en personas que presentan disfunciones sexuales.

El pasado mes de junio, el equipo de Psicodex, presentó en el IX Curso Internacional de SEXUALIDAD Y SALUD MENTAL una revisión sobre el Mindfulness aplicado a la sexualidad femenina y los estudios más recientes en el área.